jueves, 7 de marzo de 2013

Marzo

Este es un mes del recuerdo, de reflexión. Hace un año que se empezó a escribir esta historia, una historia llenas de llantos, alegrías, besos, viajes, escapadas...
Cuando él se marchó ninguno de nosotros sabíamos lo que nos ocurriría  como iba a ir nuestras vidas, seguiríamos separados como lo habíamos hecho siempre o esto nos uniría y nos haría un grupo, amigos, hermanos, PEQUEÑOS. La vida nos sorprendió con que nos daría la oportunidad de jugar a su juego juntos. El cual nos convirtió en su comodín, una ayuda tanto para él, como para nosotros.
Muchas veces pensamos que él nos va a necesitar, pero fue al revés, él me ha ayudado más a mi que yo a él, aunque él siempre se empeña de lo contrario.
De lo que empezó con tan solo cuatro personas, ahora se ha convertido en más del doble. Porque las personas que menos creemos que pueden encajar con nosotros son las que mejor te comprende.
Hubo muchas impresiones que tuve de mis amigos antes de conocerlos, todas equivocadas.
Y es que gracias a ellos he descubierto un mundo diferente al que vivía, mi mundo de las maravillas. Aquel que por muy loco que estés siempre te encontrarás en familia.
No hay salida, escapada, viaje... en el que si falta uno se le echa de menos. Muchos son los recuerdos que guardamos dentro de nosotros mismo de ese lugar, de esa canción... Pero ninguno queremos exteriorizar ese sentimiento, no por vergüenza  sino pensando en los demás. Tantas son las vivencias que llevamos a nuestras espaldas que con la simple caída de una lágrima de uno, el resto se nos cae otra. Pero eso es lo que los hace grande, saben lo que hacer y decir en ese momento. Una mirada, una sonrisa... un "¿a quién pegamos?" hacen que esa expresión de tristeza se convierta en una sonrisa de oreja a oreja.
Y es que sigo bebiéndome una a tu salud, viviendo la vida al máximo como te prometí... muchos son los secretos que no se pueden contar, que me confiaste y que sigo cumpliendo.
Muchas son los recuerdos gratos que guardo, y muchos son los que olvidé. Pero esta fecha siempre la llevaré grabada a fuego en mi interior.

No pienso en 'un día más' sino en 'un día menos'

Mil gracias, Amarillo.