lunes, 23 de abril de 2012

Ellas.


Él no sabía como iba a cambiar su vida, de que todo le iba a favorecer. Desde que salió, la vida le empezó a sonreír como si volviera a nacer.
Sus ojos lo dicen todo, con esa mirada indiscreta que si la miras atentamente te revela los más maravillosos de los secretos. Esos ojos no tienen secretos y menos para ellas, solo con mirarlos saben si están tristes, porque en sus pupilas solo se pueden ver tormentas, si están alegres porque se iluminan como si de los primeros rayos del alba se trataran.
Pocas personas tienen ese don de saber lo que ocurre con solo mirarte.

Nadie le conoce mejor que ellas, este sábado en la fiesta no las tuvo que decir nada, fue salir al patio para respirar cuando le dijeron que esos ojos no son los de siempre, que se habían apagado y eso no podía ser, y no sabe como, pero con una simple sonrisa, una simple palabra o una simple caricia saben iluminarle los ojos.

Ellas son la energía que enciende sus ojos, son la brisa que apartan esas nubes que no dejan brillar el sol, ellas son... son todo lo bueno de este mundo.

Gracias.

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